Cada día que pasa, me voy dando cuenta de las grandes sorpresas
que contiene el amor. Hay amores de muchas clases pero hay una clase en
especial, que me fascina, que me apasiona, que un día me gustaría llegar a
sentir. Porque me gusta pensar que el romanticismo no ha muerto, que aún hay
gente que en vez de pedir el Tuenti o el Whatsap, te regalan una rosa y te
piden una cita. Ese tipo de amor que supera todo lo que se ponga delante de él,
que hace que la gente en vez de volverse más débil, se vuelva más fuerte, que a
pesar de las inseguridades, de los problemas, del dolor, del sufrimiento, de
las lágrimas, de la gente...sigue adelante porque lo más importante es que
estén juntos. Ese amor es el más poderoso de todos. Es el que mueve el mundo,
el que a menudo hace que reaccionemos haciendo locuras, es el que un día me
gustaría compartir con alguien. En el amor y en la guerra todo vale¿no? Pues
hay veces que en el amor hay que luchar como en la guerra y hay veces que en la
guerra hace falta un poco de amor.
Me gusta pensar que todavía quedan personas que se quieren tanto
hasta el punto de morir el uno por el otro, me gusta pensar que a parte de en
los libros, también existen amores que superan todo tipo de barreras y que
luchan día a día por la persona a la que quieren.
El amor muere si nosotros queremos que muera.
OoOoOoO
Paseando por las calles de mi infancia descubro cuál
feliz era sin saber nada del mundo que me rodeaba. Recuerdo preguntar cosas sin
sentido, recuerdo llorar porque me había quedado sin helado, recuerdo a mí
padre susurrando una historia de aventuras en la oscuridad de mí habitación.
¿Por qué todo el mundo quiere crecer? Crecer significa hacerse responsable,
serio. Crecer no me gusta. Me gusta ser feliz con una piruleta o un libro de
cuentos.
No me gusta que la gente de hoy en día desprecie a
los demás por ser especiales, por tener más o menos dinero, por tener más
móviles o menos. No me gusta que la inocencia del mundo se haya perdido. No me
gusta que ahora la mayoría de las personas piensen que sino sigues una
determinada moda, eres raro y necesitas ser despreciado.
Cuando somos niños solo le damos importancia a las
cosas que de verdad merecen la pena. Cuando somos niños nos preocupamos por la
amistad, nos preocupamos de que todos nuestros amigos tengan un trozo de tu
chuchería, nos preocupamos de no hacer enfadar a mamá poniendo un canal que
ella nos ha prohibido. Oh, la dulce infancia. Dulce infancia…no sabes lo mucho
que te echo de menos. Ahora todo ha cambiado. Todo duele más. Todo es mucho más
oscuro.
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